domingo, 21 de febrero de 2010

EL LENGUAJE Y EL APRENDIZAJE

Introducción

El lenguaje se constituye en la base fundacional de las acciones que tienen lugar en el ámbito escolar.

Es fundamental comprender como se da en el niño el proceso normal del aprendizaje de la lectura y escritura y a partir de allí como se va construyendo el conocimiento científico sistematizado que la escuela le ofrece de una manera programada.

Cuando el niño comienza su escolaridad primaria ya cuenta con una competencia lingüística, es decir cuenta con la síntesis de las experiencias referidas al lenguaje que ha podido realizar en el transcurso de su corta vida.

Entonces la escuela, en la figura del maestro le propone la consigna de valerse de sus competencias para ir construyendo el proceso interactivo q constituye la esencia de todo aprendizaje.

Se producirán diferencias con relación a lo que cada niño encontrará en su propio bagaje y por lo tanto cada uno de ellos construirá en consecuencia.

Estas diferencias se centran fundamentalmente en aspectos psicológicos, socioculturales, madurativos, cognitivos, etc., que hacen que cada niño tenga un tiempo particular para aprender.

El lenguaje como materia prima del aprendizaje pedagógico

El lenguaje es el factor substancial de las construcciones que se han de producir en el ámbito escolar, ¿qué sucede, entonces, cuando esa función ha sufrido alteraciones en su proceso de organización? es decir, ¿qué le sucede al niño cuando en el momento de volver a su lenguaje para producir debe valerse de un contenido desorganizado en alguno o en ambos aspectos que lo componen: el semántico y/o fonológico-sintáctico?

Lo que sucede es q en tales condiciones, ese niño se retase el proceso constructivo. Es necesario aclarar, que ese retraso, no guarda relación con las naturales diferencias de tiempos para aprender, a las que se hacia referencia anteriormente.

Lo que se trata de exponer, es que ese lenguaje, resultara al niño ineficaz para las nuevas construcciones que debe emprender, en consecuencia se consta que el proceso que implica el aprendizaje no se va produciendo en la forma esperada, porque el niño no puede interactuar con ese objeto de la cultura que s la lecto-escritura. Podrá obtener en un primer momento, un rendimiento eficaz en acciones que involucren leer o escribir, pero esa eficiencia se desvanece con rapidez, pues el rol del lenguaje en el transcurso de la escolaridad es preponderante.

El rol del lenguaje en el ámbito escolar

La trama institucional que constituye la Escuela se teje, se registra, se sostiene y queda inscripta en la historia gracias al lenguaje. Es decir se programa con lenguaje, se interactúa con lenguaje y final mente se almacenan las experiencias allí realizadas, también con lenguaje.

En los primeros años escolares, el niño recurre a su lenguaje expresivo y, con sus significaciones, puede analizar, sintetizar, agregar, quitar, ensayar, acertar y equivocarse, y así en relación con sus pares y con la orientación del adulto en la figura del maestro, irá armando los aprendizajes para acceder al conocimiento científico, especialmente sistematizado que la escuela ya tiene programados.

En estos primeros años la función socializadora del lenguaje, es la que adquiere mayor relevancia: el niño participa cotidianamente en situaciones, en las cuales, la interacción comunicativa con sus pares, y con el adulto constituye el eje central de la actividad escolar.

A partir de los grados medios, aproximadamente a partir del cuarto grado, los contenidos escolares comienzan a ser abstractos, al niño se le aleja la posibilidad de manipular el objeto que debe aprehender. Entonces en lenguaje, constituyéndose en estrategia fundamental del aprendizaje pedagógico, se coloca como mediador entre el niño que construye y el conocimiento que debe ser construido.

Vigotsky se refiere al papel mediatizador del lenguaje cuando dice: “…el principal papel de la palabra es su papel designativo, como función de representación, de sustitución del objeto y está siempre dirigido hacia fuera, hacia un objeto, una relación o una cualidad. Gracias al papel designativo de la palabra, el mundo se duplica y el hombre tiene la posibilidad de operar mentalmente con las cosas, aún en su ausencia…”. Así mismo, Luria expresa que la principal conquista que el hombre obtiene gracias al lenguaje es la posibilidad de relacionarse con los objetos en ausencia de sus percepciones inmediatas.

El lenguaje se constituye en uno de los pilares fundamentales de la alfabetización. Luego este proceso de instrucción, producto de la construcción social, permite una interminable cadena de aprendizajes ulteriores, en los cuales entre el lenguaje y el conocimiento se establece un canal de ida y vuelta, de intercambio sostenido, constante e intransferible, a veces ayudado por la imagen.

Si por un lado consideramos al lenguaje como materia prima de la lectura y la escritura, interactuando de manera permanente con el conocimiento, y por otro lado consideramos que la escuela tiene como objetivo principal partir de la alfabetización para sistematizar el conocimiento, se podrá claramente ver que es el Lenguaje el que ofrece la base fundacional de la Escuela como institución social.

REFERENCIA:

http://www.espaciologopedico.com/articulos2.php?Id_articulo=194



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lunes, 15 de febrero de 2010

LA ELABORACIÓN DE CONOCIMIENTO

LA ELABORACIÓN DE CONOCIMIENTO A TRAVÉS DEL DISCURSO EN EL AULA

EL TRABAJO FUE REALIZADO POR:

ALARCÓN PAZ, MARÍA CELIA

MEDINA, PEDRO

QUIROGA, MARTA

ZELAYA, LUCIANA

sábado, 13 de febrero de 2010

ENFOQUES TEÓRICOS

La conversación en el aula:

Encuadre teórico interdisciplinario

Existen trabajos realizados por disciplinas tales como:

la etnometodología,

la pragmática discursiva,

la sociolingüística interaccional,

la psicología socio-cultural y

la psicología cognitiva



jueves, 11 de febrero de 2010

LOS MAESTROS Y LA CONVERSACION



Los enseñantes mantienen el control de todo lo que se habla en el transcurso "oficial" de la clase (Cazden, 1991) . Podemos considerar que este control puede tomar dos direcciones. En un extremo tendríamos la que sitúa al docente en el centro de la acción didáctica. En este caso éste controla lo que se dice, cuándo se dice y cómo se dice. Se trata de un comportamiento lingüístico jerarquizado, preocupado principalmente por la prescripción. En el otro extremo están los docentes que pretenden que la comunicación sea eje generador de pautas de comportamiento y de asimilación de saberes y ante cada situación intentan "establecer una negociación de intenciones y de significados que hagan posible el diálogo" (Molina, 1995) . En este caso el comportamiento lingüístico jerrquizado deja paso a la comunicación de experiencias, a la representación colectiva de objetivos y a la verbalización como elemento regulador del aprendizaje. Si bien podemos considerar que este último camino indicado es el que más ayuda a estructurar el conocimiento, no es el más sencillo de transitar.

El lenguaje que utilizan los profesores constituye una importante fuente de input para los alumnos (Nussbaum 1995). Si un uso adecuado de la conversación puede contribuir a configurar una actuación pedagógica más innvadora, más acorde con los planteamientos constructivistas del aprendizaje , es evidente que todos los docentes , tanto si enseñan en la educación infantil como si lo hacen en la universidad , deben reflexionar sobre los mecanismos que intervienen en una conversación y plantearse cuales son las estrategias más acordes no sólo para la transmisión de saberes sino,y sobre todo, para la comunicación en el aula.

LA CONVERSACIÓN

La gran mayoría de las actividades que realizamos las regulamos hablando. Gracias al uso del

habla podemos explicar el problema que detectamos en el coche o los síntomas de un malestar

físico, por ejemplo. El mecánico o la doctora, una vez que han entendido nuestras

explicaciones, pueden poner fin a nuestros problemas con instrumentos no lingüísticos. En un

aula el acto de comunicación puede favorecer o no el

éxito de los objetivos educativos puesto que cada día parece más aceptado que la

verbalización de los progresos y de las dificultades contribuye de una manera decidida a la

consolidación de las nuevas representaciones de la realidad. Por este motivo conviene
considerar el uso de la lengua como un elemento clave del aparato pedagógico.




Intercambios entre docentes y alumnos

La educación, dentro del contexto de la escuela, supone una situación comunicativa. Las peculiaridades lingüísticas son fundamentales para explorar el modo en que se produce el aprendizaje

El lenguaje en el aula es un vehículo a través del cual se transmiten saberes, formas particulares de comprender e interpretar la realidad y finalmente, un contenido que debe ser aprendido por los alumnos para poder transcurrir con éxito la vida escolar.

La comunicación en el aula esta determinada por el flujo particular de las conversaciones, éstas no son independientes ni son simultáneas, sino que se sostienen a partir de la intervención guiada del docente que las orienta hacia metas preestablecidas.

Esta estructura comunicacional incide en los procesos de aprendizaje y de construcción cognitiva. A fin de esclarecer estos procesos, realizaremos una diferenciación entre:

a) Un evento comunicacional, en este sentido consideramos una situación comunicativa específica, como los trabajos en pequeños grupos o las clases orales de exposición o lección y,

b) Los formatos de comunicación, los cuales refieren a los patrones de intercambio habituales que no dependen de un suceso en particular.

Disscurso en clase y aprendizaje del alumno

La meta de toda educación es el aprendizaje del estudiante, por lo que es fundamental considerar que el modo en que las palabras son dichas en clase afectan a los resultados de esa educación; es decir, poder dilucidar cómo el discurso observable en el aula afecta al inobservable proceso mental de cada uno de los participantes de esta construcción simbólica, el discurso en el aula, y por ello a la naturaleza de lo que aprenden.

Las preguntas del profesor

Muchas preguntas que parecen abiertas son en realidad cerradas debido al contexto en el que se plantean. La limitación de la pregunta sólo se manifiesta en lo que sucede a renglón seguido.

Si contemplamos los discursos escolares en secuencias más largas, tal vez podremos calibrar su potencial valor cognoscitivo como "andamiaje" y su "reconceptualización". Un ejemplo es:

· La Secuencia iRE

Entre estos patrones típicos de comunicaciones, se destaca el formato IRE (iniciación-respuesta-evaluación) en la cual el alumno recibe un feedback por parte del docente en función de la pregunta disparadora. En efecto, los conocimientos que se imparten en el aula se encuentran cerrados ya que toda pregunta se corresponde con una respuesta correcta que deberá alcanzarse a través del diálogo dirigido. En definitiva, el intercambio entre el profesor y el estudiante no es sino una suerte de monólogo en el cual el alumno va llenado los blancos del discurso aportando lo necesario para completar el hilo del pensamiento. Otra variante de este patrón se observa en las ocasiones en que el maestro, a través del feedback induce la respuesta correcta, orientando al alumno que ha dado una respuesta equivocada.

Cabe observarse que este mecanismo va siendo incorporado por los alumnos que al asimilar el formato sobre el cual se estructura la secuencia de aprendizaje sistematizado podría propiciar una concentración mayor sobre los contenidos.

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